11.2.11

Manifestantes, estereotipos y periodistas, o cómo sobrevivir a la opinión de los intelectuales sin morir (de aburrimiento) en el intento

¡Hola, gente horrible!

Como habitante de la Edad Estúpida (Siglo XX - Siglo XXIV 1/2, hasta la 2a venida de Jesús), confieso ante ustedes, hermanos, que compláceme en grado sumo contemplar los diversos atentados a la lógica, sentido común, sentido del humor y buen gusto que la gente "inteligente" de este país se dedica a perpetrar, una y otra vez y con un entusiasmo digno de un cachorro de chihuahueño apareándose.

La "élite" intelectual y política me resulta tan simpática y oportuna como alguien que cuenta un chiste de negros a medio Harlem ¿Qué habremos hecho como especie para merecer la presencia de ciertos engendros? Debió ser algo muy, muy malo; estoy seguro que dios, mientras estaba sentado en su celestial inodoro, decidió enviarnos a estos entes como señal de que el fin de los tiempos se aproxima, y que nos aguarda una muerte horrible. Las opiniones de esa "élite" suelen ser francamente repulsivas. Repasemos un poquito de los últimos días, y vamos a darle una vuelta a los temas de "actualidad", chavos. ¡Como si leyeran Cosmopolitan!

Pseudo pacifistas.

Aquí vale reconocer algo: en nuestro joven país bananero, una marcha, una manifestación multitudinaria, ya no requiere de huevos, al menos no del modo en que se necesitaban antes (ver 1968). De no muy buena gana, el gobierno fue cediendo el espacio público y ahora cualquier monigote puede cerrar el tránsito vehicular por cualquier idiotez (Kalimba was here!). Es un derecho, así como un automovilista emputado tiene derecho de mentarle la madre a los manifestantes.

He leído a muchas personas indignadas con la "violencia" que exhiben los manifestantes en Egipto. Piden "civilidad" a la población. C'mon, people. Eso es lo que sucede cuando tienes a un fulano gobernando durante 30 AÑOS. La gente termina por entender que el susodicho fulano no piensa moverse de ahí por las buenas. "Ay, que respeten." "Ay, que haya diálogo entre las partes." Huevos.

Fuck civility. Si yo creo que eres un imbécil, tengo todo el derecho de decírtelo. Será tu responsabilidad demostrar lo contrario, o ser lo suficientemente inteligente como para inventarte una respuesta mínimamente creativa.

Por mucha supuesta estabilidad que genere un gobierno paternalista, se necesita ser un mico con retraso mental para no darse cuenta que tanta permanencia en el poder no es sana. Lo que me recuerda a los fans de este señor...


"
El mejor presidente que ha tenido México."
"Vuelva, don Porfis ¡lo necesitamos!"

"No soy gay, pero si don Porfis me pidiera saxo enal se lo concedería sin dudarlo."

De un tiempo para acá, han aumentado mucho las frases de este tipo entre la gente culturosa. Es curioso que las personas que más halagan a don Porfis suelan ser los defensores más acérrimos del libre mercado. ¿Pues no que están contra el paternalismo del estado? "Necesitamos mano dura como en los tiempos de don Porfirio." Cada vez que algún enano mental dice esto, 200 niños de Zimbabwe son enviados a un orfanato de mala muerte en Siberia.

¿Alguien quiere pensar en los niños?

¿Saben a quién me recuerda Porfirio Díaz en los días de apogeo de su dictadura? Sí, creo que he visto algo así recientemente...


Claro, ambos tienen en común que trajeron "estabilidad económica" y "progreso" a sus respectivos países. A costa de chingarse a unos cuantos opositores y tener jodidos a otros tantos, porque, ya saben, el desarrollo y todo eso.

Políticamente correcto.

Hace unos cuantos días, transmitieron en Top Gear, programa británico sobre automóviles, una serie de comentarios sobre los mexicanos. Nos dijeron flojos, que nuestra comida parece vomitada de gato y cosas semejantes (admítanlo, los tacos de vísceras o el bacalao navideño si tienen aspecto de vomitada). El embajador Medina Mora (que probablemente estaba viendo el programa mientras dormitaba) reaccionó de inmediato, y al grito de "mas si osare un extraño enemigo" y el lábaro patrio y todas esas cosas, exigió enérgicamente una disculpa de los productores del programa, la legendaria BBC, y sus realizadores.


He aquí a un defensor del ávaro patrio. Soy fan del "Moreno Prometeo". Se le olvidó, pero le "echó ganas" ©, otra marca nacional.

Me parece que aquí los presentadores de Top Gear tienen un error fundamental. Querer lograr que su humor sea, justamente, mexicano. O sea, simplón, forzado y lleno de estereotipos.


Es que nosotros no lo hacemos con mala intención. Es folclórico. O sea.

¿Así que los ingleses nos dijeron flojos? Paren sus felaciones un momento y oféndanse por las cosas correctas. Yo me siento sumamente ofendido con Top Gear porque, viniendo de un grupo de humoristas ingleses, esperaría algo aún más insultante, no una imitación barata de la sección deportiva de Televisa. Algo como esto, pues:


¡Nosotros somos más "belgas" que los belgas! ¿Bélgica qué? ¿No merecemos un mejor insulto?

Dejemos a los muchachos de Top Gear. Todos estaremos de acuerdo en que hacen humor muy irreverente. Irreverente para un asilo de ancianos desahuciados.

El señor Miyagi no los recomienda

Freedom of speech!

Oh, wait. Regresamos a éste de nuevo. Pero de eso se trata todo esto ¿no?.

En ese texto la hice de abogado del diablo (o de García Márquez, que si bien no es el diablo, debe tener aproximadamente su edad y es 768% más aburrido). Señalé que Lydia Cacho se había pasado levemente de tueste al acusar al gabo casi de proxeneta. Bueno, pues hace una semana, a una periodista (Carmen Aristegui) se le ocurrió preguntar en su programa de radio, a propósito de una manta mostrada por un grupo de simios en celo en un bonito performance del congreso, si el presidente de la república es alcohólico. Lo que le costó el despido casi inmediato de su trabajo.

Que la birjensita y todos los santos nos amparen. ¡Aristegui difundiendo rumores! ¡Y eso que dice ser una periodista profesional! ¡Esto no puede quedarse así! ¡Llenemos de indignados y feroces y mal redactados y pésimamente escritos comentarios las notas de los periódicos para manifestar nuestro enérgico repudio!

Hagamos algunas cuantas precisiones, hato de bestias:

  • Pueden estar de acuerdo o no con lo que dice la señora. Si no están de acuerdo, le cambian a la estación. Se llama "libertad de elección". Me cae que no la tienen que escuchar a huevo. Y ella puede preguntar lo que considere pertinente. Malo sería que un periodista no lo hiciera. Por eso ya no existen rivalidades como las de Rousseau y Voltaire, señores.
  • Los dueños de MVS la corrieron alegando un supuesto "código de ética" que supongo existe en el limbo y en sus negros y marchitos corazones, porque hasta el momento nadie lo ha visto. Debe tratarse de un pergamino mítico e inexistente, como el Necronomicón o la biblia.
  • (Un sentido aplauso a quién tomó la inteligente decisión de despedir a la periodista con el mayor rating matutino. Eso, señores, es saber hacer negocios).
  • (Sus mamadas).
  • Señores dueños de MVS: existen unos prácticos disclaimers que los libran de cualquier responsabilidad: antes de cada programa que transmitan, se menciona algo como esto: "las opiniones aquí vertidas son responsabilidad absoluta de quien las emite y no necesariamente reflejan las opiniones de la empresa, pero se incluyen por respeto a la libertad de expresión." ¿Vieron como no son difíciles de redactar? Redáctenlos, grábenlos y péguenlos donde más les convenga. De nada.
  • Hasta donde yo sé, los "códigos" dentro de una empresa no son causales de despido inmediato. Cuando mucho, te hacen una recomendación, y después, si reincides, ya te mandan a comer plátano silvestre. A menos que tu jefe ya quiera enchufarte, por supuesto. En las memorables palabras del gran filósofo mexicano Hugo Sánchez: "es como cuando pones mierda en un ventilador: salpica todo."
  • (No sé a qué venía la cita de Hugo Sánchez, pero es un hitazo).
  • Si consideran que es correcto que un empresario trate de ese modo a sus empleados (empleados a los que, por otra parte, le paga justamente para que den su opinión. No existen los noticieros neutros), entonces son unos jefes muy ojetes o unos empleados muy dejados. Y zoquetes.
De nuevo, el señor Miyagi no los recomienda, tarados.

Y esto nada más respecto al derecho de hacer preguntas. No me gusta generalizar (bueno, la verdad es que sí), pero los comentarios contra Aristegui en los periódicos rayaron en el analfabetismo semifuncional. Y aunque no he estado en twitter, me imagino que fue algo muy parecido. Una joyita que leí por ahí, en alguno de esos comentarios de pasquín, fue algo similar a esto:

"Psss a mí que me importa que el presidente sea borracho... yo he conocido borrachos perfectamente funcionales... y pss prefiero que sea borracho (como buen mexicano) a tener a un pendejo de presidente". -Un pendejo, febrero de 2011.

Como ven, es algo digno de inscribirse en letras de oro o en una placa de mármol en una plaza pública. Estuve tentado a preguntarle su nombre; así podré plantar un árbol en mi jardín, al que nombraré como él, para que de ese modo pueda recordar constantemente su ejemplo de vida (también me gustaría pensar que es una broma mal elaborada y que el autor está malito de su sarcasmo).

No necesitamos a Top Gear para perpetuar el estereotipo del mexicano "entrón y borracho." De eso podemos encargarnos perfectamente nosotros. Por otra parte, me queda perfectamente claro que no entienden la diferencia entre un borracho común y un alcohólico.

(Favor de poner el primer movimiento de la "Primavera" de Vivaldi antes de continuar)

"Alcoholismo (Síndrome de dependencia al alcohol). Es una enfermedad caracterizada por la dependencia al alcohol (duuuuuh). Se consideran alcohólicos aquellos bebedores cuya dependencia de dicha sustancia ha alcanzado un grado tal que presentan trastornos mentales, además de otras manifestaciones que afectan a su salud física, sus relaciones con otras personas o su comportamiento social y económico. Deben someterse a tratamiento especializado."

¿Captan la idea? Su amigo el pedote, ése que cada fin se pone unas guarapetas de campeonato internacional, no necesariamente es un alcóholico en el sentido estricto del término. En su vida diaria, alguien que es perfectamente funcional para trabajar y realizar otras actividades no necesariamente es un enfermo alcohólico (en todo caso, será un alcohólico en tratamiento). En cambio, si deja de hacer cosas importantes y a abandonar responsabilidades de manera continua solo para ponerse hasta las manitas, el asunto comienza a cambiar. Y eso sin tomar en cuenta toda la parte psicológica, como la tendencia a la depresión de estos personajes. Ser alcohólico, como ven, es otro pedo (literalmente).

Muchos dijeron que si el pelón fuera, efectivamente, un alcohólico, es algo completamente privado. No hay tal, maestros. Si el sujeto fuera un abogadillo gris y patético cuya vida a nadie le importa, ese argumento es válido. Solo que resulta que sí, es un abogadillo gris y patético, pero además es el jodido presidente.

"Es que Churchill era alcohólico, y Roosevelt también, we" No sé que parámetros usen para comparar a esos dos con Calderón, pero necesitan unas clases de historia. Aunque tal vez sí se parecen en algo: sus arranques y la poca tolerancia con sus detractores.

"El nauseabundo y humillante espectáculo de este viejo abogado del Colegio de Abogados de Londres, hoy fakir sedicioso, trepando por las ramas del palacio del virrey, para discutir y negociar de igual a igual con el representante del emperador, mientras pone en marcha una insolente campaña de desobediencia civil." -Churchill sobre Gandhi, 17 de Febrero de 1931.

"Cuando volví a mi país natal, después de todas las historias sobre Hitler, no pude viajar en la parte delantera del autobús. Volví a la puerta de atrás. No podía vivir donde quería. No fui invitado a estrechar la mano de Hitler, pero tampoco fui invitado a la Casa Blanca a dar la mano al presidente." -Jeese Owens, sobre lo que sucedió después de triunfar en los juegos olímpicos de 1936. (Es que era un negro apestoso, ya saben).

¿Ya notaron que estoy ocupando cualquier excusa disponible para poner esta imagen?

Los dueños de MVS, en último caso, son libres de quitar y poner a quien quieran. Es su empresa. El asunto, justamente, es si están haciendo algo ético. Oh, la ironía. Me recuerdan a los dueños de muchas universidades privadas, que insisten en ver a sus alumnos como simples clientes, a los que no pueden reprobar porque se les esfuman y pierden dinero, cuando ese tipo de asuntos tienen muchas aristas (me gusta ocupar la palabra "arista". Sueno como intelectual).

Para cerrar esto: ¿han notado que el periódico Milenio se está especializando en columnistas-hígado? Primero Carlos Mota, y ahora Ciro Gómez Leyva, quien tal parece que ya no agarra la onda de nada, absolutamente nada. Está perdido.

Qué te pasó viejo, antes eras chévere...

Oh, un cable de última hora. Mientras escribo esto, Hosni Mubarak, presidente egipcio durante 30 años, acaba de renunciar. Bien hecho. Los egipcios lo lograron. Y no, obviamente no será una transición sencilla, y seguramente habrá más manifestaciones violentas. Repercutirá en el desarrollo económico, sin duda. Esas cosas no importan demasiado. Lo importante es que una sociedad sea lo suficientemente madura como para no permitir que una organización o un individuo se perpetúe en el poder, se llame Díaz, Mubarak, Chávez, Stalin o Franco. No somos niños. Y en algún momento se tiene que crecer. Wake up, sleepyheads.

Crecer, con todo lo que implica. El señor Miyagi sí lo recomienda.