Solemnidad (o cómo bajarle dos rayitas a su intenseo).

Solemnidad: 1. Importancia o significación de un acto o celebración. 2. Formalidad y firmeza con lo que se dice o hace una cosa. 3. Acto o celebración que se hace públicamente y con una ceremonia extraordinaria. 4. Conjunto de requisitos legales para la validez de ciertos instrumentos jurídicos.

Diccionario Kyuutz de la Real Academia Lolcraftiana: Solemnidad = mamadas.

Lo solemne equivale a lo intocable. Cuando una persona se pone solemne, significa que está entrando un paso más allá de cualquier crítica (según su miope, microscópica, pueril y ridícula visión del mundo), porque está diciendo las cosas "en serio". Sujetos de ese calibre de imbecilidad seriedad abundan. Yo divido a los solemnes en dos clases distintas, siguiendo la muy clásica división política del parlamento francés: solemnes conservadores y solemnes liberales. Ambos son idiotas, pero de modos distintos. Los solemnes conservadores son los que todo mundo conoce y de los que todo el mundo se burla. Al menos, toda la gente de internet que le encanta ser "liberal, we" ("cero complejos") y que presume harto su desfachatez, buena onda y sus chistes "para chavos". Esta clase de solemnes suelen centrarse en los clichés siguientes:

• Nacionalismo.
• Religión.
• Política / economía.
  

Todos son temas con los que se identifican y en los que se creen expertos. El nacionalismo, por ejemplo, es esa idiotez que nos enseñaron en la primaria, según la cual tenemos que sentirnos orgullosos por nacer en un país lleno de "tradición y cultura" aunque nosotros no hayamos contribuimos en lo más mínimo para ello, puesto que, básicamente, no habíamos nacido. Consiste también en "cantar" y memorizar la letra de un himno ramplón (valga la redundancia: los himnos hacen que todos los músicos del mundo mundial se revuelquen en su tumba. Bueno, los que están muertos) que fue creado para honrar a un ojete que dejó perder (e hizo negocio con) la mitad del territorio del país (aunque tal vez en la "Versión Enrique Krauze" de la historia sea un héroe o algo así, no lo sé). También sirve para rendirle culto a un pedazo de trapo de colores y a una insignia que representa la fundación mitológica de la ciudad capital de una de las tribus más culeras que hayan existido jamás (más evil que los vikingos). Si, ¡siéntete orgulloso de ser mexicano!

Nacionalistas mexicanos FTW!!1

La religión es otro tema que se ha manoseado bastante. Ya nadie da un centavo ni se toma en serio los dislates religiosos de los señores esos que te dicen en qué consiste una familia normal sin estar casados y la liga de fans from hell de Jebús, Buda, Alah o el amigo imaginario que usted prefiera. South Park, una de las fuentes de la eterna sabiduría, nos ha enseñado sabiamente que todo ellos equivalen a lo mismo, porque son ¡los súper mejores amigos!

Para más información sobre estos superseres, visite aquí y aquí

Finalmente, en política y economía el conservador actual actúa del mismo modo que el imbécil religioso: todo lo que atente contra el "estado de derecho" (que equivale a "hacer lo que se nos pegue la gana mientras movemos las leyes a nuestro antojo") y el sagrado "libre mercado" equivale en sus pequeñas y retorcidas mentes a berridos de bebés que no saben lo que quieren. Si usted quiere que lo llamen "infantil", "retrógrado" o "ingenuo" proponga soluciones alternas a un libremercadólogo fanático y siéntese a contemplar tranquilamente disertaciones idiotas sobre el status quo.

Pero ahora vamos a la parte de los liberales, o sus símiles actuales. Gracias a su mentalidad y sus ideas hemos tenido progreso, avances tecnológicos y científicos y galletas de animalitos. Pero los "liberales" actuales hacen llorar al niño dios y le provocan arcadas a San José. O como dice Matt Stone: "I hate conservatives, but I really fuckin' hate liberals". ¿No me explico? Explícome a continuación.

Los liberosos suelen defender sus opiniones como si se trataran de artículos de fe. Es decir, están dispuestos a criticar y hacerse los chistositos con los religiosos, los nacionalistas y toda esa panda de retrógrados, pero cuando les mueves su esquema y las "causas justas" que defienden, arde Troya. Pongamos algunos ejemplos:

• Ecología / Defensa de los animales
• Literatura (y arte en general)
• Libertad de expresión

Vamos a ver. Sobre ecolocos ya había hablando en anteriores ocasiones, pero me resultan tan repelentes que no puedo dejar de hacerlo. El problema no siempre es si tienen razón o no en sus argumentos, es que cuando empiezas a hacer bromas sobre el calentamiento global o gritas ¡Matemos a las ballenas! (cosa que apoyo ampliamente ya que su aceite es un recurso natural renovable, no como el petróleo. Mobil Dick it's on. Por cierto, se me antojó un filete de delfín. Mmmmm... delfín) se desajusta algo en su estrecha cabeza y empiezan a bramar que "con eso no se juega". Pero los defensores de los animales son peores. Un chiste, UN SOLO miserable e inofensivo chiste sobre toros o perros maltratados y automáticamente te vuelves un culero, retrasado, agresivo, miserable e inmundo puerco (con perdón de los puerquitos, a los que injustamente se les mata para sólo obtener carne y bla bla bla). Que poco sentido del humor, muchachos ¿ahora que se supone que voy a hacer con la jauría de perros de pelea que guardo en mi ático y alimento a base de sobras? ¿De qué voy a vivir si no es de mis apuestas? ¿Ya pensaron en mi subsistencia? Insensibles.

Los defensores de los animales terminan así, amiguitos. Yo nomás digo.

En otro orden de ideas (frase para entrar al submundillo intelectualoide), las bromas sobre escritores o literatos suelen ser fuente de lols inmensos para mí y de simpática frustración para los afectados cuando es tocada su obra maestra/escritor favoritos. Claro, siempre están dispuestos a reírse de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, pero si hablamos mal de Roberto Arlt ,de Thomas Mann o de Liev Tolstoi nos espera una gigantesca disertación para demostrarnos cuán obtusos somos. Hubo un curioso fenómeno en twitter cuando murió Salinger, y ocurrió en estas etapas: primero, los que no sabían que estaba vivo aún (fanses de "toda la vida" y ni siquiera se habían tomado la molestia de ver la ficha biográfica en wikipedia) se sorprendían de su muerte. Segundo, todos lamentaban la muerte del gran literato (es que "El guardián del trigo" cambió mi vida goé). Tercero, Trending Topic de twitter a las pocas horas: "Sallinger". No, pus si se ve que leen un chingo, carnal. ¿Cómo quieren que no se burle uno de eso? Es como carne de cañón.

Probemos entonces con otras cosas, a ver si logramos despertar ese gusanillo del humor enterrado profundamente en sus adentros (con albur, cerdos):

-Gabriel García Márquez es para ñoños recluidos mentalmente en fantasías idiotas.
-Charles Bukowski es para borrachos estúpidos que gustan de sentirse rebeldes para justificar sus pendejadas.
-Salinger es para adolescentes tetos.
-Saramago es para jipis pseudosocialistas que les gusta fingir que leen algo profundo.
-Oscar Wilde es para maricones optimistas.
-TODOS los escritores latinoamericanos escriben sobre borrachos, o lo desgraciados que son, o sobre los problemas de su país (que a nadie le importa), o sobre putas y se sienten bien transgresores por eso.
Y bueno, el punto sobre la libertad de expresión está básicamente sobre lo mismo. Admítanlo, amiguitos liberales: defienden SU libertad de expresión, no los veo defendiendo la libertad de Esteban Arce para decir pendejadas sobre los homosexuales. ¿Que pasó con la tolerancia, chicos? En lugar de responderle con argumentos alegres y de lol garantizado, les sale el religioso que llevan dentro y piden tonterías como "Esteban Arce fuera del aire". Que mal por ustedes, chicos: se supone que lo que los hace liberales es tener una mentalidad abierta (no tanto como para que se les escurra el cerebro). Aprendan a reírse de ustedes mismos y a reírse de la gente que los critica. Parecen curas de pueblo.

¿Ven, muchachos? Los conservadores solitos se echan de cabeza. No hagan corajes inútiles.

Lo mismo sucede con el ejército feminazi cuando uno en su linda inocencia hace simpáticos chistes machistas. Nunca ha sido mi intención ofenderlas, chicas. Ahora, estoy dispuesto a perdonarlas si van y limpian mi cocina.

Vamos a poner su activismo en palabras de Brian fuckin' Johnson hablando sobre Bono (la más grande mierda del mundo): "Cuando era un trabajador no quería ir a un concierto para que algún bastardo me dijera de manera condescendiente que debería pensar en algún niño en Africa".

Y por supuesto, los grandes, grandes soportes de la solemnidadlol: los metaleros. No agregaré nada más, sólo sostengo que cualquiera que se vista del modo siguiente no puede exigir seriedad ni respeto alguno:


Aunque, por supuesto, es bien sabido que toda la gente actúa como nazi cuando hablas mal de su música favorita. Bueh.

Entonces, ¿estamos de acuerdo? La próxima vez que se ofendan por comentarios tontos y bromas babosas de un zoquete que sólo pretende darles un poco de humor a sus amargadas y solemnes vidas, vayan a su tiendita más cercana y pídanle dos sacos de lulz al dependiente ("buen hombre, vengo por un costal de lulz") y, aprovechando el viaje, unas cuatro latitas de chingasatumadre.

En resumen, señores: bájenle un poquito de huevos. Son poquísimas las cosas que no dan oportunidad al humor (ni siquiera al humor negro), y una de esas cosas es ésta. Con lo demás, no me jodan. Gracias por su amable visita, vuelva pronto.

P.D. La de siempre: no he contestado sus comentarios, jojo. Pero ahora fueron muchos y me da un chingo de hueva una leve y transitoria pereza contestarlos en este momento, así que estarán entre hoy y mañana. Pero siempre contesto, tarde o temprano, y siempre leo todos sus comentarios. Muchas tankius.