Este es otro texto que no sé cómo empezar, pero que espero que algún día leas.
La teoría me decía que, cuando me enteré de tu llegada, debería haberme puesto menos nervioso por todo lo que implicaba, porque —parcialmente— ya había experimentado hace tiempo ver llegar a una nueva persona al mundo, un alguien por quien puedes hacer cosas de las que nunca te creíste capaz. Esa personita mayor a ti que, estoy seguro, vas a querer muchísimo.
Creo que nunca voy a saber cómo reaccionar "maduramente" ante una noticia de ese tamaño. Pero eso es lo de menos: la alegría supera todos los nervios que pudieran llegar.
Esta vez, las circunstancias me sonreían como nunca. Porque debes saber que, con el mismo amor incondicional con el que ahora miras y le sonríes a la bonita mujer de piel blanca que te saluda cada mañana, yo también la veía, la veo y espero verla por mucho, muchísimo tiempo, todos los días, al amanecer. Esa mirada también la tuvimos contigo cuando te vimos por primera vez, toda rojita, con los ojos cerrados, con frío.
Ahora, cada vez que las veo juntas, no puedo evitar pensar en una pregunta trilladísima ¿qué clase de mundo te estoy dejando? ¿Qué puedo hacer para lograr que sea mejor para ambas?
Porque, cuando tengas edad suficiente para leer y entender esto a la perfección, también sabrás ya algunas cosas sobre este pedazo de tierra donde nos toca vivir. Actualmente, este es un lugar que puede llegar a ser extremadamente violento. Es un mundo, un país, donde todavía existen idiotas que se sienten con el derecho de hacerle comentarios horrendos a las mujeres sobre su cuerpo —y que se ponen como si tuvieran enchufada una rata en la cola cuando les señalas por qué eso está mal—; es un lugar donde hay hombres que abusan psicológica y físicamente de sus parejas e hijas, y en donde los idiotas más extremos creen que pueden quitarles la vida con impunidad simplemente por el hecho de ser mujeres.
¿Qué puedo hacer yo para cambiar algo así?
Desafortunadamente, en una gran escala, no mucho. Sólo soy una persona con un radio de influencia muy limitado, al igual que mis recursos y mi inteligencia. No sé proponer soluciones en la medida en que me gustaría. Vaya, ni siquiera sé cómo lograr que la (poca) gente machista que me rodea sea menos idiota. Pero lo intento.
Pero tengo amigos y familia que sí son brillantes, Que luchan por lograr muchas de las cosas que yo espero para ti. Algún día también sabrás que tuviste una bisabuela que fue de las primeras en luchar para obtener derechos políticos para las mujeres, y creo que te sentirás orgullosa de ella y de lo que fue.
Yo solamente puedo aspirar a darte la mejor educación posible. A hacer tu infancia feliz, tan feliz como la que tus abuelos me pudieron dar a mí y más. Protegerte y enseñarte lo poco que sé. Y después de eso, animarte a que seas cada vez más tú, cada vez más libre, y que regreses conmigo cuando necesites apoyarte en alguien.
No esperes que yo sea un papá celoso (y por favor, dame un zape si algún día llego a eso). Mi única regla será: si es tu cuerpo y tu mente, son tus reglas. No las de tu pareja, no las de tu mamá, ni las mías, ni las de tus abuelos. Son TUYAS. Tú siempre tendrás la opción de decidir y elegir. Y así en todos los aspectos de tu vida. Siempre vas a contar conmigo para ello. Y si no estoy de acuerdo en algo, te lo haré saber, pero no impediré tus decisiones. Quiero darte las herramientas para que no tengas miedo, para que seas una persona segura, para que puedas enfrentar racionalmente y con el cerebro cosas que la gente normalmente enfrenta con sus miedos y sus inseguridades (con resultados desastrosos casi siempre).
Sólo espero ser lo suficientemente bueno para eso.
Voy a estar ahí mientras crezcas, para guiarte, para ayudarte y para quererte mucho. Y cuando llegue el momento de que tomes tus propias decisiones libres, también voy a estar ahí. Con esa güerita a la que le sonríes cada mañana. Esperando verte feliz y libre. Sé que, a pesar de los errores que pueda cometer, tú tendrás la inteligencia para superar todo eso y mucho, mucho más. Cuando hagas tu vida, tu mamá y yo estaremos viéndote, orgullosos de lo que hayas decidido hacer.
Habrá gente horrible que querrá decirte qué debes hacer, cómo lo debes hacer e incluso qué está bien que leas, veas o escuches (o qué no) desde lo que creen es su infalible punto de vista. No les hagas caso, no permitas que su amargura se te infiltre.
Habrá gente horrible que querrá decirte qué debes hacer, cómo lo debes hacer e incluso qué está bien que leas, veas o escuches (o qué no) desde lo que creen es su infalible punto de vista. No les hagas caso, no permitas que su amargura se te infiltre.
No dejes de creer. Nunca dejes de creer.
Espero que escuches música, juegues mucho, bailes, viajes, veas cine y televisión, leas, comas, cantes, brinques, te enamores, te enojes, te entristezcas, te alegres... y que esa alegría sea el centro de tu vida, como ahora tú eres el centro de la nuestra.
Bienvenida al mundo ahora y siempre, mi Danita Sofi. Es un viaje que puede ser increíble. Que tú harás increíble.
Some will win
Some will lose
Some were born to sing the blues
Oh, the movie never ends
It goes on and on and on and on.
Don't stop believing, hold on to that feeling!